El mago que instruyó a la CIA contra los espías del KGB

El ensayo neurocientífico `Los engaños de la mente´ nos desvela cómo y por qué nuestro cerebro acepta los trucos de magia más conocidos. Entre sus páginas, también podemos encontrar la historia de John Mulholland, el mago que adiestró con dos manuales de prestidigitación a los agentes de la CIA contra el KGB soviético, durante las décadas de la Guerra Fría.
David González | aviondepapel.tv
Durante los años 50, la CIA reclutó como asesor a uno de los magos más reputados de losEstados Unidos. Su nombre era John Mulholland. Su misión fue instruir a los servicios secretos de su país para contrarrestar a los espías del KGB de la URSS. Para ello, Mulholland redactó dos manuales ilustrados de magia en los que desvelaba algunos de sus trucos de prestidigitación.Uno de aquellos libros secretos contenía múltiples engaños para esconder, transportar o administrar pequeñas dosis, polvos o pastillas contra los adversarios soviéticos. El segundo libro en cuestión era más –digamos, de uso corriente-. Se trataba de una serie de instrucciones de cómo los magos y los ayudantes se comunican entre sí, sin que el público se percate de nada.En este sentido, Mulholland adiestró a los espías americanos en el arte de no ser visto. Uno de aquellos trucos era la “ceguera al cambio”. Una táctica que, incluso, funcionó frente a la propia oficina del KGB en Moscú.

Un agente de la CIA realizaba entonces un paseo controlado siguiendo la misma rutina, transitando por la misma acera o aparcando su coche en el mismo lado de la calle. Así, cuando intentaba realizar una entrega a otro agente, cambiaba de ubicación, creando un “espacio ciego” de apenas unos minutos.

Sus vigilantes, sedados por la monotonía de la misma rutina del agente vigilado, ni se percataban del pequeño cambio de lugar. El agente de la CIA regresaba a su itinerario de inmediato, aparcaba el coche o continuaba el trayecto de su paseo habitual, pero ya había pasado la información de alto secreto. El truco de la línea ciega había funcionado.

“Los magos manipulan las líneas de vista para crear ilusiones. Nuestra posición estratégica puede ser empleada para engañar nuestro sistema visual”, según narra el ensayo Los engaños de la mente (Destino, 2012), de los neurocientíficos Stephen L. Macknick y Susana Martínez-Conde. 

En este libro, los autores realizan un recorrido pormenorizado por los más famosos trucos de magia de toda la historia, como los de las mujeres serradas por la mitad, las cucharas que se doblan o las sillas que desaparecen. Aquí, Macknick y Martínez-Conde nos descubren cada uno de esos trucos, con todo detalle y advertencias, bajo un método científico que nos explica que todo está en nuestra mente; y el mago lo sabe.

La historia de John Mulholland, mago instructor del contraespionaje, emerge también en este tratado neurocientífico. El reputado prestidigitador estuvo hasta los años 70 trabajando codo con codo con la CIA. Otra de sus lecciones maestras y letales fue cómo usar en el espionaje el denominado “desvío de atención” para sedar o asesinar con veneno a los contrincantes.

El ejemplo más determinante era cómo debía actuar el agente secreto de la CIA, cuando pedía fuego para su cigarrillo. Con ese gesto característico, centraba así la atención de su interlocutor. Mientras tanto, su otra mano dejaba una píldora envenedada en la copa de su víctima.

Este y otros trucos estaban allí, en aquellos dos manuales de magia para espías escritos por Mulholland. Sin embargo, en 1973, ambos tratados se destruyeron por orden del entonces director de la CIA, Richard Helms.

¿El motivo? Los autores de Los engaños de la mente culpan a un fallido magnicidio. Aquellos intentos frustrados de asesinar a Fidel Castro con puros explosivos generaron un gran escándalo en la década de los 70. Así, la CIA tuvo que retirar de la circulación aquellos dos manuales de magia y espionaje. Sus resultados -dicen- eran “demasiado imprevisibles”.

Los dos libros ilustrados de John Mulholland salieron posteriormente a la luz gracias a Robert Wallace. Este exagente retirado de la CIA encontró sendas copias intactas. Los publicó en 2007 de manera conjunta con el historiador H. Kieth Melto, bajo el descriptivo título de Manual oficial de la CIA sobre el truco y el engaño.

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