Archivo de la categoría: Historia Argentina

Sarmiento, el Facundo y Rosas

Recomendamos esta clase de la historiadora María Victoria Baratta con el siguiente temario:

Sarmiento y el rosismo. Contexto y motivaciones.

*Civilización y Barbarie. Barbarie Pura. Barbarie institucionalizada.

*Epílogo. Tercera parte y fin del rosismo.

Bibliografía:

Sarmiento, Domingo Faustino, Facundo, varias ediciones.

Bibliografía de apoyo sugerida:

  1. Botana, Natalio. La tradición republicana. Buenos Aires: Sudamericana, 1984.
  2. Campobassi, José Salvador. Sarmiento y su época. Buenos Aires: Losada, 1974.
  3. Halperín Donghi, Tulio. Proyecto y construcción de una nación (1846-1880). Buenos Aires: Ariel, 1995.
  4. Palti, Elías, El momento romántico. Lenguaje, política e historia en el Siglo XIX argentino. Buenos Aires: Eudeba, 2009.
  5. Romero, José Luis. Las ideas políticas en Argentina. Buenos Aires: F.C.E., 1984, cap. V.
  6. Terán, Oscar. Historia de las ideas en Argentina. Diez lecciones inaugurales, 1810-1980. Buenos Aires: Siglo XXI. 2008.
  7. Wasserman, Fabio. Entre Clío y la Polis. Conocimiento histórico y representaciones del pasado en el Río de La Plata (1830-1860). Buenos Aires. Editorial Teseo. 2008

Una historia general del período: Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina 1806-1852. Buenos Aires Siglo XXI. 2009.

Roque Sáenz Peña. Un artífice de la Argentina moderna

A 100 años de su muerte, cobra fuerza su legado como hombre capaz de gobernar por encima de sus simpatías y sus odios personales en beneficio del país.

Por María Saenz Quesada  | Para LA NACION

Roque_Saenz_PenaEn la «batalla cultural» que viene librando el gobierno nacional para lograr la reescritura de la historia argentina, el kirchnerismo peronista asume el papel de salvador del pueblo, víctima hasta su llegada al poder de distintas expresiones políticas contaminadas por el liberalismo. Desde esa perspectiva extremista, es poco lo que queda de la historia política de los siglos XIX y XX. Y lo curioso es que hoy se insista en hablar de la responsabilidad del Estado nacional y, al mismo tiempo, se reniegue de la contribución de los gobiernos liberales y conservadores a su construcción. Dicha labor, colocó a la República Argentina en un sitio respetado en el orden mundial, cuya solidez se puso a prueba cuando estalló la Primera Guerra Mundial, un conflicto en el que se mantuvo neutral y en paz con sus vecinos.

Precisamente en coincidencia con el estallido de la guerra, el 9 de agosto de 1914, falleció en Buenos Aires, en su residencia particular de Santa Fe y Billinghurst, el presidente Roque Sáenz Peña, uno de los artífices de la construcción de la Argentina moderna. La muerte del presidente, en el cuarto año de su mandato, conmovió al país. Una multitud de muy diferente extracción social y pertenencia partidaria acudió a las exequias.

«El entierro fue la mayor aglomeración humana que hasta entonces se realizara en Buenos Aires», afirmaron testigos calificados. «Todo el país lo amaba [.] Es que representaba y representó desde el advenimiento de su candidatura el papel de un redentor, sincero y puro, como es siempre un redentor», observó el politólogo Rodolfo Rivarola, en busca de una explicación al carácter masivo del homenaje. Seguir leyendo Roque Sáenz Peña. Un artífice de la Argentina moderna

12º Certamen Intercolegial de Historia «Euskal Etxeko Txapelketa XII». “El País Plural. La Inmigración Masiva en Argentina (1880-1914)”

UntitledSe ha recibido la invitación al 12º Certamen Intercolegial de Historia «Euskal Etxeko Txapelketa XII» a realizarse el día viernes 26 de septiembre de 2014 a las 8:30hs en las instalaciones del Instituto Euskal Echea de Llavallol.

El tema de este año será:

“El País Plural. La Inmigración Masiva en Argentina (1880-1914)”

Podrá encontrar toda la información necesaria en:

http://certamenhistoria.wix.com/euskal (sin «www»)

Sería muy grato para nosotros poder contar con su presencia y participación.

Nos encontramos a su entera disposición ante cualquier duda o consulta a través de esta dirección de correo, a saber: certamenhistoria@gmail.com

Primer Premio:

  • Un viaje para el alumno en cada categoría y un viaje para su profesor tutor.

 

La delirante historia de Hipólito Bouchard, por Osvaldo Soriano

La California argentina

Osvaldo Soriano

«Ahí va Hipólito Bouchard, viento en popa y cañones limpios, a arrasar la California donde no están todavía el Hollywood del cine ni el Sillicon Valley de las computadoras. Lleva como excusa la flamante bandera argentina que ha hecho reconocer en Kameha-Meha, aunque los oficiales de su estado mayor se llamen Cornet, Oliver, John van Burgen, Greyssa, Harris, Borgues, Douglas, Shipre y Miller.

El comandante de la infantería, José María Piris, y el aspirante Tomás Espora son de los pocos criollos a bordo. Entre los marineros de la «Argentina» y la «Chacabuco» van decenas de maleantes recogidos en los puertos del Asia, 30 hawaianos comprados al rey de Sandwich, casi un centenar de gauchos mareados y diez gatos embarcados en Karakakowa para combatir las ratas y pestes.

Al terrible Bouchard, como a todos los marinos, lo preocupa la indisciplina: sabe que algunos de los desertores que habían sublevado la «Chacabuco» en Valparaíso se han refugiado en la isla de Atoy y quiere darles un escarmiento. Manda a José María Piris que se adelante a bordo de una fragata de los Estados Unidos e intime al rey que protege a los rebeldes.

Antes de partir, los piratas norteamericanos, que roban cañones y los revenden, dan una fiesta a la oficialidad de las Provincias Unidas: corre el alcohol, se desatan las lenguas y un irlandés con pata de palo comenta, orgulloso, la intención argentina de bombardear la California. El capitán de los piratas anota: en la bodega lleva doce cañones recién robados, y se adelanta con la noticia a Monterrey -la capital de California-, podrá venderlos a cinco veces su precio.

El rey de Atoy no sabe donde quedan las Provincias Unidas, nunca oyó hablar de la nacionalidad argentina y teme una represalia española. Piris lo amenaza con la cólera del infierno, y el rey, por las dudas, hace capturar a los sublevados entre los que se encuentra el cabecilla. El comandante duerme en la playa y cuando divisa los barcos de Bouchard se hace conducir el bote para dar la buena nueva.

El francés desconfía: en la entrevista con el rey comunica la sentencia de muerte para los asilados en Atoy y trata, como en Karakakowa, de hacer reconocer la soberanía argentina. El rey se insolenta y dice, muy orondo, que los prisioneros se le han escapado.

«Comprometidos así la justicia y el honor del pabellón que tremolaba en mi buque, fue necesario apelar a la fuerza», cuenta Bouchard en sus Memorias. En realidad, basta con amagar. El rey manda un emisario a parlamentar a la «Argentina» y lleva a los prisioneros a la playa. Bouchard baja, arrogante y triunfal, les lee la sentencia y ahí nomás fusila a un tal Griffiths, cabecilla del amotinamiento. A los otros los conduce al barco y les hace dar «doce docenas de azotes». El 22 de diciembre de 1818 llega a las costas de Monterrey sin saber que los norteamericanos han armado la fortaleza a precio vil. Bouchard traza su plan: pone 200 hombres de refuerzo en la corbeta «Chacabuco», les hace enarbolar una engañosa bandera de los Estados Unidos y la manda al frente a las ordenes de William (o Guillermo) Shipre.

Ya nadie recuerda la letra del Himno Nacional y Shipre hace cantar cualquier cosaantes de ir al ataque. Están calentándose los pechos cuando advierten que cesa el viento y la «Chacabuco» queda a la deriva. Desde el fuerte le tiran diecisiete cañonazos y no fallan ninguno. La «Chacabuco» empieza a naufragar en medio del desbande y los gritos de los heridos. Shipre se rinde enseguida. «A los diecisiete tiros de la fortaleza tuve el dolor de ver arriar la bandera de la patria».

Todo es desolación y sangre en la «Chacabuco» pero Bouchard no quiere pasar vergüenza en Buenos Aires. Las Provincias Unidas de la Revolución han autorizado a más de sesenta buques corsarios para que recorran las aguas con pabellón celeste y blanco y las presas capturadas son más de cuatrocientas. De pronto, la joven nación esta asolando los mares y las potencias empiezan a alarmarse. Todavía hoy la Constitución argentina autoriza al Congreso a otorgar patentes de corso y establecer reglamento para las presas (art. 67, inc. 22). Seguir leyendo La delirante historia de Hipólito Bouchard, por Osvaldo Soriano

Un documental sobre el «Tucumanazo»

Gracias a la difusión realizada en la Red Clío por el profesor Rubén Kotler, de la Universidad de Tucumán, queremos compartir el documental íntegro on line «El Tucumanazo» que narra las protestas obrero estudiantiles en Tucumán en los años 70.

A continuación, la reseña presentada por los autores de este documental:

Épicas jornadas de lucha y rebeldía vivió el pueblo tucumano. Entre 1969 y 1972 se levantó resuelto a enfrentar a la feroz dictadura de Onganía. Tres Tucumanazos fueron el resultado de la resistencia obrero–estudiantil contra la opresión. Resistencia contra el cierre de los ingenios azucareros. Resistencia contra el cierre del comedor universitario. Resistencia contra la dictadura. En Mayo del ’69, paralelo al Cordobazo «Tucumán Ardía» solidarizándose con la lucha nacional. En Noviembre del ’70 fue el punto culmine de la lucha contra la dictadura en jornadas que tuvieron en jaque a las fuerzas del orden. En Junio del ’72, el Quintazo fue la lógica reacción ante el cierre del comedor universitario y el asesinato de un estudiante salteño. Tres Tucumanazos, El Tucumanazo.