A cien años del inicio de la Gran Guerra, el orden internacional vigente tambalea
Por Adriana Riva | LA NACION
Convencido de una victoria eminente, en el verano europeo de 1914 el káiser Guillermo II despidió a las tropas alemanas con un optimismo desmesurado: «Estarán en casa antes de que las hojas caigan de los árboles», les dijo. Fue una de las predicciones más fallidas de la historia: durante los siguientes cuatro años, el mundo sucumbió ante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que dejó diez millones de muertos y veinte millones de heridos.
A cien años del inicio de la Gran Guerra, los paralelismos del mundo actual con aquella época inquietan: proliferan ideologías extremistas, furias nacionalistas y ambiciones imperialistas. «La Primera Guerra Mundial puso fin a cuatro imperios, reconfiguró el mapa de Medio Oriente, dio pie a la revolución bolchevique y, eventualmente, a la Gran Depresión, Adolf Hitler y la Segunda Guerra Mundial. Aún vivimos en las sombras de ese gran desastre. Varias de las regiones en crisis de aquel entonces también lo están ahora», dijo a la nacion el economista Jeffrey D. Sachs, asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Aunque no existe ninguna guerra activa declarada oficialmente entre diferentes Estados, el mundo es testigo de al menos diez grandes conflictos armados que dan cuenta de una realidad: que al igual que 100 años atrás, el orden internacional vigente se despedaza.
En una suerte de reacción tardía al derrumbe de la Unión Soviética, una revanchista Rusia anexa Crimea y la violencia estalla en Ucrania. En Irak, el sectarismo vuelve a resurgir y estrecha lazos con sus respectivas cofradías en la región. La Franja de Gaza, una vez más, sangra y arde. La cruenta guerra civil en Siria lleva más de tres años sin tregua. La violencia en Libia hunde al país en el más absoluto caos.
Se trata de conflictos que engrosan la lista de guerras de más larga data, como las de Afganistán, Somalia, Mali, Sudán del Sur y República Centroafricana, entre otras. Guerras olvidadas y relegadas a un segundo plano, pese a ser tan sangrientas como las más recientes.
Según los analistas, la ruptura del orden internacional es causa directa de esas agitaciones que irrumpen, cada vez con más violencia, en diversos rincones del mundo, y que son incapaces de apagarse sin un ejército de diplomáticos. Pero mientras que las zonas calientes se multiplican, nadie, empezando por Estados Unidos, parece dispuesto a apuntalar una estructura global. Seguir leyendo Un mundo turbulento: las diez guerras que hacen de 2014 un año peligroso